MEDITACIONES

de     P. F.

Los jueces, Sansón y sus padres introducidos  *


Jueces 13:1–25*

¿Nos hemos cansado de leer estas palabras?  “Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años”.  ¿No es la historia del hombre, y además, no podemos ver su paralelo en nuestras vidas cada uno de nosotros?  ¿Cuántas veces hemos tenido que confesar los mismos pecados a nuestro Señor Jesucristo?  Así vemos la historia del hombre, al contrario de la teoría de la evolución que el hombre ha estado subiendo, elevándose cada vez más, que el hombre está descendiendo de ser como las bestias que no tienen conocimiento ninguno de Dios.  Como nos enseña claramente Romanos 1 “Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles”.

Así vemos que al llegar a esta última biografía de un hombre líder y juez de Israel en los tiempos de tinieblas y pérdida del conocimiento de Jehová, esta historia es bastante diferente de los demás. Sansón hacia sus maravillas de fuerza prácticamente solo; no lideraba a otros de Israel como había hecho los lideres anteriores.  En verdad, a veces los mismos Israelitas se hicieron sus antagonistas como veremos. Además, Sansón en su testimonio individual era un desastre.  Vimos en los otros jueces algunas debilidades; Gedeón, a pesar de su humildad de no querer ser rey sobre Israel, hizo un efod que llegaba a ser tropezadero a la nación.  Tuvo hijo de una ramera que llegó a ser homicida y hombre malvado.  Jefté sacrificó a su propia hija y mataba a cuarenta y dos mil de sus hermanos de Efraín.  Pero en Sansón vemos una falta de piedad propia que nos da vergüenza a veces leer.

Me acuerdo hace varios años que murió un hermano bien conocido y bastante amado pero quien había tenido algunos fracasos en su vida.  El hermano que hablaba en su entierro expresaba la impresión de muchos en palabras elocuentes;  “Nuestro hermano era un hombre de fuertes debilidades”.  Podemos aplicar este dicho a Sansón, pues él también tenía una fuerte debilidad que era su atracción a la mujeres bellas, aunque fueren de los enemigos peores de Israel, los filisteos.

Los padres de Sansón eran personas de piedad y fe pero a la vez, podemos decir que eran débiles para rehusar a su hijo lo que quería.  Nos hace pensar de David, un hombre muy fiel a Jehová, pero un padre de bastante debilidad.  “Entonces Adonías hijo de Haguit se rebeló, diciendo: Yo reinaré. … Y su padre nunca le había entristecido en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así”? 1 Reyes 1:5-6  ¿Es de sorpresa entonces que aquel hijo sea rebelde?  Es interesante como la escritura imputa a David la rebelión de su hijo adulto como también hizo Jehová al sacerdote Elías por no haber corregido a sus hijos.  La semana pasada hice mención de un padre que trataba con indiferencia a sus hijos cuando no hacían todo lo que él pensaba bien hacer, y lo comparaba con Jefté.  Pero el otro extremo está en lo de David, los padres de Sansón, y también el sacerdote Elías en 1 Samuel 1-4.  “… porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado”.  Así hay necesidad de sabiduría de Dios para con la crianza de nuestros hijos para ser padres de amor con disciplina, tal que no se necesita decir de nosotros “sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado”.

Termino ahora este estudio breve por falta de tiempo.  Dios mediante la semana que viene estudiaremos los padres de Sansón, como Jehová apareció primero a la mujer, y las preparaciones para el nacimiento de Sansón.

FELIPE FOURNIER
27 mayo de 2018